Hoy, quise escribir una carta a María José, una niña que, como muchas, viene en camino, e igual que tantas niñas que nacerán próximamente, le preparamos un camino habitado por historias que nos vieron crecer.
Querida María José,
“El único modo de lograr lo imposible, es convencerse de que sí es posible.” Esta frase retumba en nuestros oídos cada vez que la vida nos pone en una situación retadora, un evento inesperado que se asoma desde la sombra para hacer resonar lo insospechado. Lo imposible trae consigo la incertidumbre, el miedo, y tal vez se ven atisbos de curiosidad de lo que vendrá. ¿Alguna vez nos hemos preparado para lo inesperado?
El día que supe de tu existencia tuve miedo de pensar en sí podría llevar a cabo esta gran labor de ser tu mamá, tú llegaste como una sorpresa a mí vida y evidentemente no estaba preparada para ello, tenía miles de expectativas, pero todas crecieron cuando escuché por primera vez que serias una niña, desde ese día imagino cómo serás. Creo que todas las noches te he creado en mi cabeza como la historia de un libro, como aquellos que he leído durante toda mi vida y me han mostrado diversas formas de ser… y frente a esos imaginarios te traigo constantemente a ti.
Se me ocurren muchos personajes de la literatura que exponen a niñas valientes, , curiosas y aventureras, pero también tercas, rebeldes y criticonas. Mi niña, siento que tendrás miles de facetas, tantas como las que acompañaron a todas y cada una de las niñas en la literatura y prometo que a través de mí conocerás un poquito de cada una de ellas.
El primer día que supe de ti, pensaba en Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll. Aquel autor nos envuelve a través de la historia de una niña que crea y explora un mundo imposible en la búsqueda del conejo blanco, una búsqueda que le hace transitar por lo desconocido. Alicia, a través de su aventura y su gran curiosidad, se enfrenta a mundos extraños, llena de valentía y terquedad, tratando de imponerle un sentido, en un mundo en el que no cabe.
Por eso, mi amor, espero que tú, como muchas otras niñas, puedan ir en busca de su conejo blanco, así a otros, incluyéndome, nos parezca una locura. Espero que, como la reina blanca, seas capaz de pensar en seis cosas imposibles antes del desayuno, y que la locura, como la literatura te acompañe en tu andar.
Han pasado varios meses y en cada uno ellos he pensado en cómo quiero verte y es por eso por lo que, con el tiempo, apareció en mi cabeza Dorothy Gale de El mago de Oz de L. Frank Baum, aquella niña que está en la búsqueda de regresar a casa, enfrentándose a desafíos descomunales, estando continuamente en tensión para tomar decisiones importantes, Dorothy no necesita que otros la salven, ella se puede salvar a sí misma.
A través de toda la historia toma decisiones claves, rompiendo con la idea de que las niñas siempre están en apuros. Como Dorothy, espero que entiendas que el viaje es más importante que el destino, que al final un mago puede ser simplemente un hombre y la aventura es lo que vale la pena.
Así, Dorothy que, para mí, es un símbolo de empoderamiento; también es el por qué no hay que creer en las promesas de los poderosos, y por ello querida hija, quiero acompañar tu camino para que seas libre, independiente, astuta y feliz. Espero que puedas tomar tus propias decisiones y seas la salvadora de tu propia vida.
Quiero que siempre recuerdes el linaje de mujeres fuertes y luchadoras del que vienes y, sobre todo, que siempre estaré para mostrártelo. Sueña, imagina, sé desobediente y crea en grande y con ello espero que puedas cuestionar y reflexionar sobre el mundo, sobre el papel de las niñas en la vida, sobre las luchas de las mujeres y de los roles impuestos por la sociedad, así como lo hizo Jo March en Mujercitas, novela de Louisa May Alcott, un personaje que revolucionó la época, siendo capaz de debatir sobre el papel de las mujeres y del matrimonio. Por eso, con voz propia se acoge a sus ideales y a su pasión por ser escritora, Jo March nos abre el camino para pensar en la posibilidad de ser, manteniéndose fiel a sí misma y a lo que desea.
Mi amor, me despido dejándote esta carta, sabiendo que en algún momento la leerás y sabrás que tu vida fue inspirada en mil historias y maneras de imaginarte, que como muchas madres haré hasta la imposible para lograr que puedas ser tan valiente y obstinada como Alicia, tan independiente y aventurera como Dorothy y tan apasionada y desobediente como Jo March.
Con mucho amor y bella espera.
Tu mamá
Libros recomendados:
- Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll
- El Mago de Oz de L. Frank Baum
- Mujercitas de Louisa May Alcott