Es una estrategia de acompañamiento dirigida a padres, madres comunitarias y agentes educativos, basada en el reconocimiento, fortalecimiento y resignificación de sus prácticas pedagógicas. Su propósito es asegurar:
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Interacciones de calidad con los niños y niñas.
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Procesos de desarrollo y aprendizaje enriquecidos.
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Un saber pedagógico fortalecido a través de la reflexión sobre herramientas y referentes técnicos disponibles en el país.
Como parte de esta estrategia, se desarrolló un diplomado de 120 horas, en el que participaron auxiliares y agentes educativos de distintos municipios pertenecientes a nueve departamentos del país. Esta formación buscó fortalecer sus capacidades mediante un plan de desarrollo con enfoque territorial, orientado a generar experiencias significativas a partir de la lectura.